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carmenmari

Zapatero: Datos, datos y datos

Zapatero: Datos, datos y datos

Actualización 18.50: Zapatero termina su intervención criticando la crítica. Ha perdido fuerza. Y, sobre todo, una gran oportunidad para, además de hacer balance, exponer líneas de futuro. Que las tiene y así confrontar, con propuestas, la soflama del PP de que "no hay proyecto político".

Actualización 18.25: Zapatero ha caído un tanto en la trampa tendida por Rajoy. Sigue hablando en términos muy generales de las reformas estatutarias, adornándolo con otras constantes sobre el pasado del PP. Convendría que el presidente del Gobierno hablara más de futuro y no entrar en en el bucle del PP. Las superficialidades de Rajoy no se combaten con recursos a los fallos del PP, sino con una disertación clara sobre los temas propuestos, vale, pero exponiendo el programa del PSOE y, sobre todo, explicando la "necesidad" de las reformas en el seno de un gobierno esencialmente, y valga la redundancia, reformista.

Zapatero no es un buen orador. Esto lo sabe todo el mundo. Su discurso suele ser átono y con frecuencia padece graves digresiones. Por eso, contra las profecía del PP -que, por lo que parece a tenor de su discurso, no comparte el propio Rajoy- Zapatero enfrenta datos. Las mismas cifras, por cierto, que el pasado fin de semana se filtraron a El País.

¿Para que sirven los datos? Pues, muy posiblemente para desbaratar acusaciones infundadas. Por eso, con datos se tira por la borda la tendenciosa asociación inmigración-delincuencia y se apoya el proceso de regularización de inmigrantes puesto en marcha por el ejecutivo socialista.

¿Y? Pues eso, que Zapatero se ha encargado de desgranar, con cifras, estadísticas y datos, pilares como la atención a los inmigrantes, el empleo, el índice de delincuencia y las medidas de cooperación.

Y todo ello con un fin: Demostrar que todos los problemas de España no surgieron por generación espontánea en mayo de 2004. ¿Qué significa esta estrategia? En realidad, Zapatero lo está diciendo al final de su discurso: confrontar con realidades "profecías fallidas". Y una puntillita para Rajoy: "Usted no tiene ni idea de España". Quizá sea una frase que dé origen a un titular, pero en mi opinión sobra. No va con su estilo, ni con su imagen. Sólo las explicaciones identitarias posteriores a esta afirmación neutralizan la frase y, de camino, la desdramatiza, con una apostilla final, la de la España plural, la España de los ciudadanos y no la de los territorios como socorridos justificante de la reforma territorial.

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